-¡mira la hora!, ¿Qué piensas quedarte ahí dormido todo el día?¿que no piensas ir a la escuela?
El niño adormilado se sentó a la orilla de la cama mirando al suelo, la madre continuó.
-Te he consentido demasiado, siempre permitiéndote llegar tarde al colegio, definitivamente te falto sufrir, a mí mis padres me castigaban una semana por cada minuto que me retrasaba. La madre se enfureció cuando el niño permaneció sentado, con la mirada fija en el suelo -si tú me ignoras, yo también lo puedo hacer- dijo antes de salir de la habitación.
Al final del día la madre había cumplido su amenaza y sin dirigir palabras al niño se fue a su habitación. Sobre su almohada había un sobre con una carta adentro:
-mami perdóname, no quería ignorarte, solo buscaba las palabras para explicarte mis sentimientos. Tú dices que me hace falta sufrir, pero yo creo que el sufrimiento viene con diferentes envolturas como las de los chocolates que a veces me compras, hay muchas maneras de sufrir. Yo no sufro en casa pero sufro en la escuela. Mami perdón si no te lo dije, pero no quería que sintieras dolor si te decía que en la escuela me molestan, no tengo amigos, nadie me escoge en su equipo, por eso no me gusta ir a clases. Perdóname, si quieres de ahora en adelante me levantaré muy temprano e iré a la escuela, me esforzaré, lo juro, pero por favor no me vuelvas a ignorar.
La madre levantó el rostro con lágrimas en los ojos y vio a su hijo asomándose sigilosamente por la puerta de la habitación, con una triste e inocente mirada en su rostro...
Tanto la alegría como el sufrimiento tienen infinidad de envolturas, pero al final el chocolate bajo la envoltura es lo importante. En el caso de la alegría, muchos no pueden verla, porque creen que les va a llegar con la misma envoltura que a los demás.
Y con el sufrimiento te digo que, nunca oses decir que solo tú eres el que sufre mientras que los demás gozan de alegría, pues el dolor se presenta y percibe distinto para cada persona.
A los padres con esto, les prohíbo que ignoren a sus hijos, nada daña más a un hijo que la falta de atención, no pretendan no ver un problema, hablen, entiendan y escuchen a sus hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario